Estimados seguidores, hoy no nos vamos a complicar demasiado y os explicaré una receta sencilla, rápida, típica y que seguramente todos conocéis. No por ello vamos a desprestigiar a las coles, ricas en vitamina A, C, fibra y ácido fólico, familia del repollo, col y coliflor entre otros. Cuidado con la gente con problemas digestivos.
En una olla con agua, unas gotas de limón y sal coceremos las coles limpias, vigilandolas para que no nos pasemos en su cocción e intentar dejarlas al dente, quizas en un fuego medio durante 15 minutos será suficiente.
A parte en una cazuela con cuatro cucharadas de aceite sofreimos ajo, puerro picado y bacón o pequeños tacos de jamón. El jamón no debe ser demasiado bueno y quizás un poco verde o poco curado será la mejor opción.
Al cabo de unos minutos añadiremos la harina y removeremos todo sin cesar intentando que se haga una pequeña pasta, le sumaremos la leche templada poco a poco y no dejaremos de remover. Es la mejor manera para no tener grumos desagradables. Cuidado con la cantidad de sal, ya que el jamón nos va dar bastante, además un poco de pimienta y nuez moscada rematará el plato.
Unimos todo y a disfrutar de otro plato sencillo y casero, como idea no descarto que gratinéis todo con un poco de queso rallado... Lo dejo caer... Salud para todos.
jueves, 10 de marzo de 2011
lunes, 7 de marzo de 2011
Symposium de marisco y arroz salvaje
Estimados amig@s, lo prometido es deuda, por fin una paella con arroz salvaje, en concreto con arroz zizania del que ya en el apartado materias primas os presente. Se trata de uno de mis arroces preferidos acompañado con algún marisco y setas que tengáis por la nevera. La paella es un plato poco agradecido, necesita un caldo enriquecido de carne o un fumet de pescado para sacar todo el sabor a la receta, es fundamental y en pocos casos el agua resulta suficiente.
Así en una cazuela con aceite, rehogamos un poco de ajo y la cebolla cortada en dados (espero que los puristas paelleros me perdonen). Más tarde añadiremos el calamar, el mejillón cocido, la gamba pelada, un pimiento rojo y medio puerro, reduciendo todo hasta que apenas quede liquido en la cazuela. Añadiremos el arroz intentando que se impregne bien con toda la fritura y a la vez podemos preparar en un mortero unos ajos asados, con un pimiento choricero y un fumet de pescado concentrado añadiéndolo todo y mezclandolo bien. No os olvidéis de un poco de pimienta, una hoja de laurel y unas hebras de azafrán o en su defecto colorante alimenticio.
Acordaros también de compensar la cantidad de arroz con la cantidad de líquido que echéis, es decir por cada taza de arroz, dos de liquido. Una vez que el caldo añadido empieza a desaparecer se apaga el fuego se tapa y se deja terminar de hacer con el calor residual que quede, favoreciendo la formación del exquisito socarrat en el fondo del puchero. La paella se puede enriquecer aun más con la fritura de unas cabezas de langostino y sacarle toda la esencia, para más tarde añadirselo al caldo de la cocción.
Y por hoy nada más, entiendo que con imaginación la paella admite todo lo que queráis, de pollo, conejo, setas, magro,... las posibilidades son infinitas... ¡Buen provecho!.
Así en una cazuela con aceite, rehogamos un poco de ajo y la cebolla cortada en dados (espero que los puristas paelleros me perdonen). Más tarde añadiremos el calamar, el mejillón cocido, la gamba pelada, un pimiento rojo y medio puerro, reduciendo todo hasta que apenas quede liquido en la cazuela. Añadiremos el arroz intentando que se impregne bien con toda la fritura y a la vez podemos preparar en un mortero unos ajos asados, con un pimiento choricero y un fumet de pescado concentrado añadiéndolo todo y mezclandolo bien. No os olvidéis de un poco de pimienta, una hoja de laurel y unas hebras de azafrán o en su defecto colorante alimenticio.
Acordaros también de compensar la cantidad de arroz con la cantidad de líquido que echéis, es decir por cada taza de arroz, dos de liquido. Una vez que el caldo añadido empieza a desaparecer se apaga el fuego se tapa y se deja terminar de hacer con el calor residual que quede, favoreciendo la formación del exquisito socarrat en el fondo del puchero. La paella se puede enriquecer aun más con la fritura de unas cabezas de langostino y sacarle toda la esencia, para más tarde añadirselo al caldo de la cocción.
Y por hoy nada más, entiendo que con imaginación la paella admite todo lo que queráis, de pollo, conejo, setas, magro,... las posibilidades son infinitas... ¡Buen provecho!.
sábado, 26 de febrero de 2011
El lechal se hace mayor
Estimados todos, hoy os presento la paletilla de un cordero lechal, una carne tierna y exquisita, de gran tradición culinaria en el centro de España. En si la receta no resulta complicada, para nada y quizás lo único que reivindico es lo importante que en ocasiones resulta el adobar la carne 24 horas antes de su asado.
Con todo ello preparamos el adobo o majao con perejil, tres ajos, un vaso de vino blanco, dos cucharadas de aceite de oliva, pimienta,una hoja de laurel, sal y tomillo e impregnamos toda la carne, dejándolo en la nevera 24 horas antes de su asado. Esta fase es fundamental ya que la paletilla se fundirá con todo el aroma y sabor de los ingredientes utilizados, probarlo con otras carnes o con pollo no os defraudará.
Al día siguiente calentaremos el horno a 175 ºc y durante 35 minutos se asará el cordero, valorar el color tostao y que la carne se separe del hueso, ese será el punto ideal. Acompañar todo con unas patatas fritas panadera y una ensalada.
Esta claro que no descubro nada nuevo y reitero esta técnica de sobra conocida, ya que en muchos programas de cocina que veo no mencionan este proceso tan importante. Salud para todos.
lunes, 21 de febrero de 2011
Choco judión
Queridos amigos/as ya tocaba cuchara y desde luego no, no he mezclado cacao con judiones, en esta ocasión he utilizado choco o sepia y en su defecto podeis utilizar calamar o potarros más económicos.
Además utilizo el judión, una alubia riquísima y que por su apariencia tosca muestra todas sus cualidades en este tipo de guisos. Comenzamos por cocer el judión después de que haya estado en remojo 24 horas, junto con 4 cabezas de ajo, media cebolla, sal y un chorrito de aceite de oliva, con 30 minutos será suficiente. A parte en una sartén rehogamos unas láminas de ajo y pochamos una cebolla picada, más tarde añadimos el choco picado en dados, un pimiento verde también picado, sal, pimienta, perejil y un vaso de vino blanco, reducimos todo.
Cuando haya terminado de cocer las leguminosas añadimos el guiso de choco y cocemos a fuego lento 10 o 15 minutos. Es bueno que se deje reposar y desde luego que si lo consumimos al día siguiente mejor que mejor.
Un buen pan de pueblo y un buen vino consagra esta rica receta.
Además utilizo el judión, una alubia riquísima y que por su apariencia tosca muestra todas sus cualidades en este tipo de guisos. Comenzamos por cocer el judión después de que haya estado en remojo 24 horas, junto con 4 cabezas de ajo, media cebolla, sal y un chorrito de aceite de oliva, con 30 minutos será suficiente. A parte en una sartén rehogamos unas láminas de ajo y pochamos una cebolla picada, más tarde añadimos el choco picado en dados, un pimiento verde también picado, sal, pimienta, perejil y un vaso de vino blanco, reducimos todo.
Cuando haya terminado de cocer las leguminosas añadimos el guiso de choco y cocemos a fuego lento 10 o 15 minutos. Es bueno que se deje reposar y desde luego que si lo consumimos al día siguiente mejor que mejor.
Un buen pan de pueblo y un buen vino consagra esta rica receta.
jueves, 17 de febrero de 2011
Pisto sin pesto escalfado
Os presento algo tan típico como un pisto de calabacín, queso y huevo escalfado, plato completo, fácil de hacer y un acompañamiento perfecto para pescados y carnes.
Para comenzar la receta pondremos un poco de aceite en una cazuela, con unas laminas de ajo, media cebolla y bacon. Una vez que el aceite se haya perfumado con el ajo y el bacon ahumado, añadiremos dos tomates y el calabacin picados, champiñón, sal, pimienta, un chorro de vino blanco y dejaremos pochar todo a fuego lento intentando que todo el agua que suelten las verduras se evapore. Este hecho tardará 15 o 20 minutos así que paciencia.
Terminado este proceso colocaremos encima de la cazuela queso rallado curado, que podría ser el típico que se tiene en la nevera y un par de huevos que poco a poco se irán fundiendo y cuajando con todo el pisto. Lo ideal es acompañar todo con unas patatas panadera bien fritas para añadir un toque crujiente al plato, sin esperar demasiado a que estas se ablanden.
Otra receta ideal para degustar de una manera sencilla y fácil. Salud para todos y a disfrutad.
Para comenzar la receta pondremos un poco de aceite en una cazuela, con unas laminas de ajo, media cebolla y bacon. Una vez que el aceite se haya perfumado con el ajo y el bacon ahumado, añadiremos dos tomates y el calabacin picados, champiñón, sal, pimienta, un chorro de vino blanco y dejaremos pochar todo a fuego lento intentando que todo el agua que suelten las verduras se evapore. Este hecho tardará 15 o 20 minutos así que paciencia.
Terminado este proceso colocaremos encima de la cazuela queso rallado curado, que podría ser el típico que se tiene en la nevera y un par de huevos que poco a poco se irán fundiendo y cuajando con todo el pisto. Lo ideal es acompañar todo con unas patatas panadera bien fritas para añadir un toque crujiente al plato, sin esperar demasiado a que estas se ablanden.
Otra receta ideal para degustar de una manera sencilla y fácil. Salud para todos y a disfrutad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)